Etnografía
«Cuenta la leyenda que hace muchos años vivía en una fortaleza un rico y poderoso caballero, quien poseía dos hijas muy bellas y amables. Dicen los más viejos del lugar que, en una de las muchas peregrinaciones de las que por allí pasaban camino de Santiago, venía un apuesto caballero francés, que resultó malherido en un asalto de bandoleros del camino, siendo recogido para curarle por el señor de la fortaleza. Sus dos hijas le atendieron solícitamente hasta que, pudo continuar su camino, no sin antes dejar turbado el corazón de ambas doncellas. Tampoco el galán fue insensible a los encantos de una de ellas, por lo que, a su vuelta de Santiago, regresó a la fortaleza y se casó con la más joven, marchándose con ella a su patria. La hermana mayor, presa del dolor, los vio partir desde la alta torre hasta que sus figuras se perdieron en la lejanía. Y sigue contando la leyenda que, desde entonces, todas las tardes subía hasta la torre para otear el horizonte solitario. Y fue así como fue languideciendo hasta que, al fin, murió de ansia y sed de amor sobre las almenas de la torre, en un suave y apacible atardecer.»